¿El champú puede provocar sarpullido?

Jueves 14 de Mayo del 2020

Mujer lavándose el pelo con champú.

El cuero cabelludo sensible es una patología.

En muchas personas, el champú es una de las causas principales de la sensibilidad del cuero cabelludo. “Los limpiadores o surfactantes agresivos -presentes en muchos champús- pueden arrastrar por lavado el manto ácido de esa zona concreta. Es decir, eliminan la acidez natural que protege la piel del cuero cabelludo, dejándola vulnerable a la sequedad y la irritación”, explica a CuídatePlus Braulia Mateos Carbonero, farmacéutica del grupo de Dermatología de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac).

“Puede ocurrir porque el champú reseca excesivamente la piel, o la irrita en individuos con piel sensible, por ejemplo en algunos casos por el empleo de piritionato de zinc o ictiol, que se utilizan en dermatitis o estados descamativos”, puntualiza José Manuel Carrascosa, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Para empezar por el principio, habría que definir un sarpullido, o salpullido, como la irritación o enrojecimiento de una zona concreta de la piel -en este caso el cuero cabelludo-, acompañada normalmente de picor, escozor, ardor u hormigueo y que suele remitir en un breve espacio de tiempo.

Otros factores y patologías de la piel que pueden causar sarpullido

“Son muchos los factores que pueden dar prurito o erupción en el cuero cabelludo. Los más frecuentes son: dermatitis seborreica, pitiriasis capitis (conocida como caspa), psoriasis, dermatitis atópica, alergia a tintes o a productos de peluquería, o incluso infestación por piojos”, enumera Carrascosa. Mateos añade a la lista patologías como el liquen plano capilar, el lupus eritematoso o la esclerodermia.

La farmacéutica detalla que entre las principales causas de la sensibilidad o hipersensibilidad del cuero cabelludo destacan las siguientes:

  • Condiciones climáticas: sol, frío, calor o viento.
  • Estrés físico o emocional.
     
  • Productos químicos presentes en jabones, cosméticos, agua, algunos fármacos y contaminación.
     
  • Cambios hormonales: embarazo, menopausia o ciclo menstrual.
     
  • Alergias o sensibilidades alimentarias.

“Cuando la barrera protectora natural de la piel ha sido alterada por uno o más de estos factores, se desarrollan microinflamaciones del cuero cabelludo, que pueden convertirse también en una causa principal del aumento de la sensibilidad. Esto se produce cuando las células cutáneas del cuero cabelludo se inflaman, aumentando la vulnerabilidad a la irritación”, relata la experta de Sefac.

¿Un ambiente seco empeora el estado de un cuero cabelludo sensible?

“Lógicamente, un ambiente seco produce una mayor deshidratación de cualquier zona de nuestra piel, y no olvidemos que el cuero cabelludo forma parte de ésta”, aclara Mateos.

La falta de hidratación en la piel puede presentarse de diversas maneras, que van desde la típica rugosidad, descamación y pequeñas grietas, al enrojecimiento, la inflamación, la rigidez constante y los picores. Sin embargo, estos síntomas varían según la gravedad y la ubicación de la deshidratación.

Carrascosa señala que ese empeoramiento del cuero cabelludo es más probable en aquellos individuos con tendencia a la piel seca, como la dermatitis atópica.

Por el contrario, un ambiente seco propicia menos el lavado y, por tanto, evitamos a la piel las agresiones de los detergentes capilares y mantenemos los aceites producidos por nuestro cuerpo, importantes para conservar la flexibilidad y la hidratación cutánea adecuada.

¿Algunos champús pueden desencadenar descamación y caspa?

“La mayoría de las personas usamos champú para el cabello de manera regular y eso quiere decir que su consumo es masivo y fundamental para satisfacer nuestra higiene. En los champús  podemos encontrar algunos ingredientes que provocarían afecciones sobre el cabello y el cuero cabelludo, pero no son causantes de la caspa. En cambio, sí pueden producir cierta descamación, sobre todo si no son eliminados bien y quedan restos entre el cabello, o tienen un pH que afecta el tejido cutáneo”, cuenta la experta de Sefac.

Diferencia entre descamación y caspa

Cada dos semanas, las células de la piel de un cuero cabelludo sano se renuevan de manera natural y se eliminan durante el lavado y el cepillado en forma de escamas diminutas e invisibles. Sin embargo, cuando el proceso de renovación celular se acelera, se produce una excesiva descamación del cuero cabelludo, formándose grupos de células muertas (llamadas caspa). Esas escamas son grandes, de color blanco o amarillo, y pueden llegar a causar mucho picor.

En cambio, la descamación es un proceso natural de renovación de las células del cuero cabelludo. A veces, está demasiado seco y se produce una descamación excesiva. En este caso, las escamas son transparentes, pequeñas y secas. Suele ir también acompañado también de picor.

Champús que resequen en exceso el cuero cabelludo, en particular en individuos con predisposición, pueden favorecer descamación o caspa.

Riesgos del uso de champú no adecuado

Escoger un champú con criterio científico es un problema difícil para la población general, dada la gran cantidad de opciones que se suelen encontrar en los puntos de venta, reconoce Mateos. En cualquier mostrador de farmacias o perfumerías se apilan los champús para el pelo dañado por tintes y permanentes, para el pelo seco, graso, con caspa, sin brillo, rizado, sin volumen, sensible, áspero, de niños... Es una tarea complicada escoger el adecuado, pero en caso de presentar alguna reacción a alguno de ellos es interesante concretar y evitar usos sucesivos.

También es necesario valorar no solo los criterios patológicos, sino los deseos cosméticos del paciente. Lo primero es saber si el cuero cabelludo está enfermo o sano, ya que el enfermo necesita un champú de tratamiento de esa patología. Desde las pediculosis a la psoriasis, desde el impétigo a la caspa, desde la infección por hongos a la dermatitis atópica. “En caso de que un producto agudice la sintomatología debemos informar al facultativo más cercano, al farmacéutico o al dermatólogo que corresponda. Ellos sabrán orientarnos y decidir qué medidas debemos adoptar y qué productos descartar”, dice la experta de Sefac.

Recomendaciones si se sufre sarpullido en el cuero cabelludo

Carrascosa y Mateos ofrecen las siguientes recomendaciones si aparece sarpullido en el cuero cabelludo:

  1. La primera acción, de sentido común, sería buscar otro champú. Intentar comprar uno de farmacia, que no contenga perfumes, con limpiadores suaves. También puede ser debido a que, por ejemplo, se utilice un champú terapéutico, anticaspa o para la descamación, en un individuo de piel muy sensible. Esto también puede favorecer el picor. Indudablemente, si asociamos el picor o sarpullido a un producto concreto, debemos de dejar de usarlo inmediatamente, y si el problema persiste, acudir al farmacéutico o al dermatólogo más cercano.
     
  2. Debemos conocer la existencia de  tratamientos muy eficaces, como usar un champú suave, aclarar abundantemente el pelo y no usar un champú queratolítico de manera regular. También hay productos cosméticos que se pueden aplicar después de haberse lavado el pelo para calmar el cuero cabelludo sensible.
     
  3. Debemos comprobar la cantidad de champú que utilizamos, ya que una gran dosis en cada lavado aumenta la probabilidad de que los residuos irriten la piel del cuero cabelludo. Además, incluso los champús llamados neutros pueden contener algunas sustancias químicas que provoquen reacciones alérgicas leves, empeorando el problema.
     
  4. Es importante evitar las situaciones de estrés, ya que éste puede provocar un incremento en la sensibilidad.

Consultas frecuentes

Carrascosa reconoce que probablemente reciban más consultas sobre sarpullido en el cuero cabelludo los médicos de cabecera o los farmacéuticos que los dermatólogos. “En la farmacia las consultas son variadas y una muy frecuente es sobre el uso adecuado de un champú, tanto si hay sarpullido como si no lo hay”, afirma Mateos. Para resolver dudas, la farmacéutica aporta las respuestas a las más frecuentes:

  • Lo importante es saber que cuando no existe ninguna alteración del cuero cabelludo ni del cabello se debe usar simplemente un champú que limpie, sin aditivos farmacológicos de ningún tipo.
     
  • Un champú puede contener colorantes o aromas, pero no tiene contraindicación si no se es alérgico.
     
  • El champú de tratamiento se debe comprar en farmacia, ya que asegura la calidad de los ingredientes.
     
  • Lo que se puede esperar de un champú es una ayuda en el tratamiento de las patologías, pero solo de forma sintomática, no curativa.
     
  • La caspa puede llegar a desaparecer con champús anticaspa siempre que se usen a diario mientras haya síntomas.
     
  • La grasa no desaparece ni disminuye con los champús, ya que se rige por impulsos hormonales. Solamente se consigue una mayor limpieza y mejor aspecto.
     
  • Cuando se produce mejoría, se debe continuar el tratamiento a días alternos, alternando con un champú suave sin aditamentos específicos.
     
  • Los champús de higiene se usan aplicando una pequeña cantidad, aclarando y repitiendo la aplicación. Debe acompañarse de un suave masaje.
     
  • Los champús de tratamiento requieren después de la primera aplicación una segunda, en la que se deje actuar el producto sobre el cuero cabelludo entre cinco y siete minutos. Así se permite que alcance mejor su objetivo.
     
  • El cuero cabelludo sensible es una auténtica patología que requiere un champú extragraso, con ingredientes sin riesgo de sensibilización y con adición de sustancias antiinflamatorias. El champú para cuero cabelludo sensible debe ser específico y comprado en farmacia.
  • Fuente: http://ow.ly/CqXu30qFV1E